8.5% ABV |
- Aroma: Aquellos tonos de almíbar entran amablemente, destacando licorosas notas cargadas al damasco, además un ligero toque floral, acompañado de unas delicadas sensaciones a maltas.
- Sabor: Se enlazan complejamente la variedad de sensaciones, encontrándonos nuevamente licorosos tonos de almíbar, el matiz vinoso manifiesta una complejidad más allá de este estilo belga, acompañándonos finalmente con ligeros dejos a malta una vez más; nos sorprende.
- Final: Sinceramente para nosotros ha sido una cerveza de los pesos pesados, en lo que respecta a cervezas belgas, debido al grado de complejidad que nos proporciona, su extraordinario retrogusto, la cual queda para marcar, y para pensar usar de esta variedad como centro de mesa, es una cerveza con un cuerpo denso y de estirpe.
Cerveza Degustada: 24 de Septiembre de 2011
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